Cuenta la historia que el matrimonio Shelley compartió unas
vacaciones de verano con Lord Byron, Polidori y Claire Clairmont. En una noche
de lluvia que hacía complicado salir fuera llenaron el tiempo contando
historias de terror y haciéndose una apuesta: todos tenían que escribir una
historia y contársela al resto. La única que cumplió fue Mary Shelley, quien dio a luz a una criatura mítica y a una
historia que ha pasado a la posterioridad.
Muchos años después, un grupo de escritores de la
asociación ESMATER toman el relevo y revisan, reinventan y llevan al futuro en
trece relatos la historia del doctor Victor Frankenstein y de su criatura
revivida.
Frankie Superstar.
La antología se abre con un relato curioso de Carlos J.
Lluch en el que encontramos que la criatura creada por Victor Frankenstein se
ha desarrollado y es plenamente consciente de su existencia actual y de su
pasado. Se ha bautizado a sí misma como Adam Ingolstadt y ha luchado en los
tribunales para que le consideren un ser vivo consiguiendo en el proceso
cuantiosas indemnizaciones. Sin embargo la situación de Adam no ha mejorado
mucho como se puede comprobar en la entrevista en la que participa con un
presentador bastante payaso. Las burlas, el rechazo y el dolor de sus crímenes
pasados no se borran.
Bajo el llanto de Nápoles.
Se cambian las tornas en este relato de José Javier
Zamora. La criatura, que toma el nombre de su creador, buscará los
conocimientos necesarios para devolver a la vida a su creador, a su padre, siguiendo sus pasos. Lo conseguirá, pero no
encontrará el descanso que buscaba.
Monstruo.
El relato más mordaz de la antología viene bajo la firma de
Francis Novoa con el que te planteas que tal vez lo que llamamos monstruoso sea
sólo un punto de vista y si te dedicas a la política tu concepto de monstruo
puede cambiar bastante.
Un cadáver de siete muertos.
Juan Antonio Román nos traslada a lo más básico de la
criatura, pero entendiéndolo como los cadáveres que se unieron con las suturas
para darla forma. Un viaje al horror y al odio que sienten las siete personas
que forman el cadáver, unidas a la fuerza mientras sienten la más absoluta soledad.
En busca de una nueva vida
Marta Junquera nos cuenta una historia en la que la
criatura después de un tiempo aislada de la sociedad que tanto la asquea busca
el contacto tras ver acciones que la llevan a pensar que las cosas han
cambiado, sin embargo sus intentos de incorporarse en dos pequeños pueblos no
acaban como desea.
El proyecto F.
Uno de los relatos distópicos que incluye la saga es éste
de Manuel Martín. En él acompañaremos en una difícil noche a dos ladrones con
un encargo peculiar: conseguir las mentes de los tres líderes ya fallecidos en un
intento de recuperar el orden que impusieron a la sociedad, pero ¿a qué precio?
Bajo la lluvia.
Una revisión del mito llevado al futuro donde el cuerpo
de la criatura formado por distintos cadáveres se transforma en una
servoarmadura. Esta historia más cercana a la ciencia ficción nos lleva a
plantearnos las mismas ideas: la soledad de la criatura, el rechazo, la
persecución a la que es sometida.
Los descosidos
Este relato de David Rozas me tocó la fibra sensible. En
el Congo, en plena guerra entre una resistencia y una especie de corporación
que es capaz de reanimar cadáveres, reaniman uno de un profesor muy especial
que ha marcado la existencia de sus estudiantes. El relato se cierra con un
final muy emotivo en el que te planteas quién es en realidad el monstruo.
Drydrock City.
Otro de los relatos que tocan la distopía es éste de
Javier Trescuadras. Tras una guerra nuclear con Corea del Norte la
supervivencia de la especie pasa por un experimento científico. El resultado no
es muy favorable: una especie esclaviza y mata a la otra. Los más débiles son
una especie de homínidos que forman jaurías,
las más poderosas son criaturas como la creada por Víctor Frankenstein.
Cicatrices sobre el asfalto.
Liliana Galvanny reinventa completamente la historia con
una criatura llamada Frank que trabaja como sicario. En sus sueños una imagen
de una mujer vestida de blanco se repite noche tras noche. Una mujer que está
fuera de su mente y que necesita de su ayuda.
Plastilina
El segundo relato que me ha tocado la fibra sensible
viene de la mano de Fernando López Guisado, quien nos demuestra que para sentir la
soledad y el rechazo no es necesario ser un monstruo al uso. Una historia de
familia rota y marcada por la tragedia muy dura.
Piezas de recambio
Laura López Alfranca juega en este relato con tintes
distópicos con quién es verdaderamente aquí el monstruo. Los niños son llevados
a una especie de ciudad colmena controlada por las criaturas y son
transformados a su vez en otras criaturas. Fuera de ella, una resistencia trata
de hacerles frente con muy poca moralidad.
Frankenstein 2.0
La antología se cierra con este relato de Victor Blázquez
quien da un giro de ciencia ficción a esta historia. El monstruo pasa a ser una
máquina con una enorme capacidad de aprender y que toma conciencia de sí misma,
sin embargo los hechos se repiten. El monstruo-máquina es atacado y se defiende
asesinando a su atacante lo que provoca un ataque masivo sobre ella que le
lleva a la muerte física… una muerte que no implica su desaparición.
Como en toda antología nos encontraremos con relatos más
fuertes que otros y cada uno de nosotros, los lectores, elegiremos nuestros
favoritos pero es un verdadero placer encontrarse con una antología de tan alto
nivel que hace honor a una historia tan compleja como es Frankenstein. Mary
Shelley escribió una historia de muerte y de destrucción que se propaga a cada
relato de la antología, pero es precisamente esa historia la que ha dado pie a
que estos autores resalten el odio, la soledad y la angustia que siente la
criatura utilizando otros escenarios. Un ser que no ha pedido que lo resuciten
y que se ve perseguido, rechazado y asesinado, a quien llaman monstruo aquellos
que verdaderamente son monstruosos en sus actos.
Otro punto que no puedo dejar de comentar es la edición
tan buena que ha hecho la editorial Kelonia, completando la antología con ilustraciones de Karol Scandiu, CalaveraDiablo, Daniel Medina, Gema García Ingelmo, Alexis Pujol y Begoña Fumero y con un prólogo de J.E. Álamo y Voro Luzzy y un epílogo de Alfonso Zamora que ponen el broche de oro.