
Más de 800 páginas que pasan volando con la lucha encarnizada entre “la Sección” y los defensores de Salander en particular de los derechos constitucionales en general. Las investigaciones policiaca y periodística acaparan la trama y demuestran que esta partida se gana más con astucia que con fuerza y como en un ajedrez de lujo tenemos una grandiosa colección de piezas con personajes femeninos excepcionales en un homenaje a las eternas olvidadas, esas mujeres soldado que demostraron su valía en un campo de batalla a las que transforma Larsson en abogadas, periodistas o policías de cuerpos cultivados con muchas horas de ejercicio.
Mikel sigue sin convencerme pero Salander se reafirma como una antiheroína dispuesta a patear al Sistema y a todo lo que se le ponga por delante, confirmando que es un personaje que merece un hueco entre los grandes, tan fiel a sus creencias, tan diferente a lo que la rodea.
Larsson escribió con calidad, demostrando que dos géneros a menudo despreciados pueden encerrar una crítica contundente, ya sea el maltrato contra las mujeres o las actuaciones ilegales bajo constituciones y democracias.
Dos sensaciones me vinieron cuando finalicé el libro: una de que se había cerrado el círculo y otra de vacío. Creo que es de los mejores best seller que han caído en mis manos.
Como ya te he dicho, el tercero es mi favorito de la saga. Puede que Larsson tuviera pensado escribir más partes, pero aún así el final queda muy bien.
ResponderEliminarCoincido con lo de Lisbeth, aunque a mí Mikael me gustó mucho también ^^
Larsson fue muy hábil. Fue capaz de concluir cada libro a la vez que continúa con las tramas en el siguiente.
ResponderEliminarA mí lo que me pasa con Mikael es que le veo tan perfecto que me desagrada.
Por cierto, con estos libros no paro de tomar café.